10 momentos clave para mirar a tu director de coro

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Seguramente alguna vez has sentido que tu director(a) de coro te ha fulminado con la mirada por entrar tarde en un pasaje o por no pronunciar una consonante final a tiempo. Si sigues estos consejos no sólo le darás una gran alegría a tu director, sino que además aprenderás unas nociones muy importantes que te servirán como cantante de coro.

  1. En el ataque, al inicio de la obra

El libreto no te va a decir cuándo empezar, pero tu director sí. Apréndete el principio de la obra de memoria, al menos los 2-3 primeros compases, y mira a tu director para saber cuándo entrar, con qué carácter y velocidad. Ya podrás mirar el texto más tarde. Igualmente usamos este sistema cuando es una obra larga en la que hay un final parcial, sobre todo si además hay un cambio de compás o de tempo.

2. En un calderón o tenuto.

¡Cómo nos gusta mantener una nota hasta el infinito y más allá! Pero a tu director lo que más le gusta es que terminéis ese calderón todos a la vez. Cuando tengas que cantar una nota tenida en un calderón levanta la vista de la partitura, míralo y fíjate bien cuándo cierra. Si además después del calderón se inicia otra frase musical sería un buen consejo aprenderse el inicio de memoria.

3. Cuando se ralentice la obra (ritardando o rallentando).

¡Una sílaba fuera de tiempo hace que a tu director le salgan cuatro canas más! Cada vez que haya un pasaje en el que el tempo va disminuyendo (en un final, por ejemplo), hay que estar especialmente atento a las indicaciones de tu director. No te dejes llevar por la velocidad que tú crees que hay que hacer. Confía en sus gestos y deja que marque la cadencia.

4. Cuando se acelere la obra (accelerando).

Y cuando hablamos de acelerar… ¡más canas! Tu director marcará el pulso más brusco, corto y rápido para indicar ese cambio de velocidad. Si el tempo se acelera tendrás que estar muy atento para no quedarte atrás, así que levanta la vista de la partitura y no apartes la mirada de él.

5. Para pronunciar una determinada sílaba

Si hay algo que le gusta al público es escuchar un texto bien articulado. Cuando tenemos una nota final o una pausa que termina en consonante (sobre todo en otros idiomas donde éstas son tan importantes, como el alemán) es fundamental mirar al director: te indicará cuándo cantar la nota y cuándo poner la consonante final. ¡No vayas por libre!

6. En los silencios

Pero si no canto en los silencios… ¿por qué tengo que mirarle? ¡Pues precisamente por eso! Cuando tenemos un pasaje de varios compases en silencio debemos saber por anticipado lo que viene a continuación, mirar al director y esperar pacientemente para entrar. No hay más satisfacción para un director que dar una entrada y que toda esa cuerda le está mirando.


7. En los cambios de dinámica

¿Habrá sensación más sorprendente en la música coral que cambiar de un piano a un forte de manera súbita? Pero si entras antes que el resto de tus compañeros posiblemente se pierda la magia del momento (por no hablar de la merecida mirada asesina de tu director). Míralo, ten paciencia y entra con tus compañeros de cuerda como si fuérais uno solo.


8. En una fuga.

Esto es más complicado, porque no sólo exige saber muy bien tu parte de la fuga, sino además entrar cuando debes para no pifiarla. Mi consejo es buscar referencias en las otras voces, asegurar tu entrada con un vistazo rápido a la partitura y mirar al director para esperar la entrada. Si además vas contando los compases vacíos que faltan hasta llegar a tu entrada, mucho mejor. ¡Así no fallas!


9. En cualquier entrada a contratiempo o muy rápida.

Las entradas en tiempo débil o después de un silencio muy breve son especialmente complicadas de aprender. Pero si además no miras a tu director… ¡mal camino! Es un momento fundamental para no apartar tus ojos de él, porque te lo va a indicar muy claro (y si no lo hace, ¡pídeselo!).


10. Al final de la obra (o final de sección).

La guinda del pastel. Después de ocho minutos de canción no vas a estropear el final, ¿verdad? Los finales suelen sumar muchos de los elementos anteriores: ritardando, entradas de diferentes voces, un calderón final y una o varias sílabas donde hacer coincidir las consonantes… Mi recomendación es que memorices los últimos tres compases, levantes la vista del libreto y disfrutes de ese final glorioso o dulce mirando a tu director.


Con todos estos consejos no sólo evitarás la mirada inquisidora de tu director (y de tus compañeros, claro), sino que aprenderás más, contribuirás a que los ensayos sean más fluidos, ganarás en expresividad y disfrutarás más de la música.

Fuente: enclavemusical.com

¿Yo puedo cantar en el coro ?

Posiblemente alguna vez te han hecho esta pregunta. Es muy habitual que los propios cantores hablen de lo que hacen en su coro, animando a conocidos o familiares a participar, puesto que “si es una actividad buena para mí, ¿cómo no lo va a ser para otras personas?”.

Por desgracia nos solemos encontramos con más respuestas negativas que positivas: “es que no tengo buena voz”, “no sirvo para eso”, “me da vergüenza cantar en público”… y las que directamente menosprecian el canto coral, como “cantar en un coro lo puede hacer cualquiera” o “es que no me gusta cantar canciones religiosas” (como si no hubiera repertorio de todo tipo).

Estas respuestas son fruto del desconocimiento de lo que realmente sucede y se vive dentro de un coro. Así que si te estás planteando unirte a uno y probar la experiencia del canto en grupo quizás este post te anime a descubrir un mundo nuevo y realmente satisfactorio.

Volviendo a la pregunta del título… la respuesta es “casi sí”. El canto, como cualquier otra disciplina, es algo que requiere entrenamiento y aprendizaje. ¿Pretendes correr una maratón sin entrenar primero durante meses? ¿Quieres hablar un idioma sin aprender las palabras básicas y su pronunciación? En la música, como en tantas otras cosas de la vida, no hay atajos. Es un camino largo pero tremendamente satisfactorio que requiere trabajo, constancia y ganas de aprender.

Por eso podemos hablar de unos requisitos o cualidades que todo cantor debería reunir:

TENER BUEN OÍDO MUSICAL
En mi opinión es uno de los pilares básicos de los cantantes de coro. Tener buen oído implica escuchar una melodía y saber repetirla fácilmente, a ser posible en el mismo tono. ¿Y eso qué significa? Te respondo con otra pregunta: ¿Tienes facilidad para escuchar una melodía que suena por la radio y la repites enseguida? Entonces estás de suerte, posiblemente tengas buen oído.

Evidentemente, el buen oído musical también se entrena. Hay que escuchar (buena) música todos los días (¡no necesariamente música coral!) y prestar atención a los distintos matices de una canción. ¿Te has fijado que suenan castañuelas tanto en el estribillo de Total eclipse of the heart, de Bonnie Tyler, como en Hijo de la Luna, de Mecano? ¡Punto positivo para ti!

TENER BUENA VOZ
Claro que hay que tener buena voz para cantar en un coro, faltaría más. Pero no hace falta ser ni Montserrat Caballé ni Alfredo Kraus. Es necesario tener una voz bonita, madura y firme. Y aunque parezca que tienes una voz pequeña, que enseguida te falta el aire o no eres capaz de llegar a los agudos, con entrenamiento y esfuerzo aprenderás poco a poco a manejar mejor este instrumento tan fantástico como es la voz humana.

APRENDER MÚSICA Y PROGRESAR
Este es la gran lucha diaria que tenemos los directores de coro amateurs: “¡Es que no sé música”, me suelen decir los cantores. Para poder cantar en un coro hay que tener ganas de aprender. Todo cantante de coro debería tener una actitud abierta al aprendizaje del lenguaje musical, de conceptos básicos para aplicar a la música coral y de “interpretar” si las notas suben a agudo o bajan a grave. Conozco muchos cantores sin conocimientos oficiales de lenguaje musical que se guían perfectamente en una partitura viendo si las notas están en la parte superior o inferior del pentagrama.

APORTAR DISCIPLINA Y ESFUERZO
Cantar en un coro requiere dedicación y estudio. No dejes que los demás hagan el trabajo por ti, porque llegará un día en el que te será imposible ponerte al día. Posiblemente tu director te facilitará audios de estudio (¡o los terribles midis!) para ensayar en casa, así que devuélvele el favor con esfuerzo y disciplina de estudio. Dedica un rato a estudiar cuando sepas que no vas a tener ninguna interrupción. Céntrate en aprender esa obra y en el ensayo verás la recompensa.

TENER NECESIDAD DE CANTAR
Cantar es una forma más de socialización del ser humano (como ya comenté en el post sobre introducción al canto coral). La necesidad de cantar, de expresar y transmitir sentimientos a través de la música es un requisito imprescindible para ser un buen cantor de coro. Hay obras con muchísima potencia a nivel expresivo, que si como espectador te emocionan, imagínate si eres tú el que la canta…

AMAR LA MÚSICA EN GRUPO
Relacionado con lo anterior… he conocido cantores que se han animado a cantar en un coro después de ver un concierto de música coral y han pensado “quiero formar parte de eso”. Algo tiene la música coral que no tiene la música en solitario: la respiración al unísono, la sincronización de voces, la búsqueda del empaste con tus compañerxs de cuerda… La música en grupo aporta unas sensaciones increíbles para todo el que lo prueba.

APORTAR TU EXPERIENCIA Y CRITERIO PARA MEJORAR EL RENDIMIENTO MUSICAL
En un coro no profesional suele haber diversidad de miembros: cantores que llevan cantando diez o quince años, otros novatos que acaban de empezar; algunos pocos tendrán conocimientos de música a nivel de Conservatorio (con suerte), algunos otros a nivel muy básico y la mayoría no tendrán ninguno. Lo importante es que todos pueden aprender de todos, si están abiertos a compartir experiencias y aprender del resto. A lo mejor no sabes música pero tu conocimiento sobre un determinado idioma puede ser de gran ayuda para mejorar la pronunciación del coro.

COLABORAR EN LAS TAREAS ADMINISTRATIVAS DEL CORO
El director sabe mucho… ¡pero no puede encargarse de todo! Hay multitud de tareas administrativas que seguro que sabes hacer y que puedes ofrecerte para colaborar en el coro: fotocopias y reparto de partituras, archivar documentación, entrevistas con contactos para concretar conciertos, organizar ensayos por cuerdas, facilidad para llevar la tesorería de la Asociación… Todo suma y más si se hace en beneficio de todos.

SER JOVEN DE CORAZÓN, POSITIVO ANTE LA VIDA Y OPTIMISTA
Por último, ¡la actitud es muy importante! Cuando cantamos estamos también transmitiendo nuestro estado de ánimo y forma de ver la vida. Cuántos cantores me han comentado al finalizar un ensayo que venían cansados y sin ánimo, y al terminar se encuentran llenos de vitalidad y energía. Sabemos que cantar en grupo nos enriquece, pero sin duda la actitud positiva de las personas que forman el coro es fundamental.

Si después de este post te he despertado las ganas de cantar en un coro, de entrar en este fantástico mundo de la música grupal, quieres aprender, sentir y experimentar emociones nuevas y además rodearte de gente con la que compartir estas sensaciones… ¡Seguro que en tu ciudad hay un coro que te está esperando

Fuente: blog ENCLAVE MUSICORAL

Misa funeral

SOLEMNIZACIÓN DE FUNERALES. El pasado 26 de enero, el CORO DEL CAMINO REAL fue contratado para solemnizar el funeral que la familia Yuste Carrera ofreció en memoria de su madre Carmen. La ceremonia se celebró en la Parroquia de Santa María de Caná, en Pozuelo de Alarcón. El coro es contratado no solamente para solemnizar bodas, también hay familias que desean que el funeral de su ser querido sea emotivo y recordado. En esta ocasión se interpretaron “Signore de le Cime”, de Marzi ;“ Kyrye” ,de Parisi; “Sanctus” ,de Schubert; “Agnus Dei “, de Machi;“ Tantum Ergo”, de Schubert; “Cerca de ti Señor “ , de Mason. Los asistente quedaron emocionados y agradecidos por la calidad del coro y el gran sonido que produce la bóveda de la iglesia
A.L.M.A

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